Según el artículo 14 de la constitución del brownie: los chocolates son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social. Así el chocolate blanco quedará aceptado como chocolate para siempre. Las nueces tienen voz, pero no voto. Cualquier conclusión que extraigan de la mezcla piensen que es de ley, ¿podrán sentir tanto con tan pequeño bocado? En la multitud y en su justo mestizaje está la belleza absoluta.
Los brownies son unos de los productos de repostería favoritos en Estados Unidos, donde nacieron a finales del siglo XIX o principios del XX. Hay miles de recetas, unas más tirando a “bizcocho” y otros a “dulce de azúcar”, ambas perfectamente correctas y deliciosas. Se sabe que el brownie debe su nombre a su color marrón oscuro, pero no resulta sencillo saber su origen, así que hay varias leyendas en torno al tema: que si un cocinero por error agregó chocolate derretido a una remesa de galletas, que si otro cocinero estaba haciendo un pastel pero no tenía suficiente harina (veréis que en la receta hay poca cantidad de harina para ser un pastel)… etc. El mito favorito habla de un ama de casa en Bangor, Maine, que se olvidó de agregar levadura al hacer un pastel de chocolate. Cuando su pastel no subió en el horno, en lugar de tirarlo, decidió cortarlo y servirlo en trozos planos. De algunos errores nacen, a veces, cosas maravillosas.
1. Precalentar el horno a 180º.
2. Añadir los 80 gr. de nueces peladas al vaso y rallar 3 seg/vel 4. Reservar.
3. Colocar la mariposa en el vaso y añadir los 2 huevos, los 100 gr. mantequilla sin sal y los 130 gr. de azúcar moreno y programar 5 min/50º/vel 3.
4. Incorporar los 150 gr. de chocolate para repostería y programar 2 min/50º/vel 2.
5. Añadir la harina y el cuarto de cucharadita de levadura y envolver 5 seg/vel 3.
6. Retirar la mariposa e incorporar las nueces reservadas y el chocolate blanco, envolviendo con la ayuda de la espátula.
7. Volcar la mezcla sobre un molde rectangular de 21×27 cm. untado con mantequilla y llevar al horno unos 30 minutos.
8. Esperar a que se enfríe y cortar en cuadrados.