La semana santa es la certeza del mirón, la aprobación de las pipas en el suelo, la tosca mano del hombre vistiendo a un dios de madera noble, la apoteosis de cargar cosas en la espalda, el bullicio de la gente que se sienta para mirar a la gente, el erotismo de la túnica y sus ojos dentro, el brillo barroco del cuadrado torrija y el secreto interior del buñuelo redondo. Tomemos buñuelos así, a manos llenas. Se sabe por investigaciones científicas de varias universidades prestigiosas que la suma del aire de siete buñuelos equivalen a ese aire aromático que anuncia la llegada de la primavera. Al cielo con ellos.
Los buñuelos, como las torrijas, son unos dulces muy típicos de Semana Santa. Los más conocidos quizá sean los buñuelos de viento que se hacen con masa de harina, aunque también se pueden hacer con maíz, yuca, calabaza, manzana, plátano, con rellenos dulces o salados. Es en forma de bocado perfecto, así que sirve perfectamente para una reunión familiar, mejor en cuanto recién hecha, aprovecha las vacaciones o algún día de fiesta para repartir buñuelos a diestro y siniestro. El buñuelo is in the air.
1. Colocar en el vaso 400 gr. de agua, 1/2 cucharadita de sal y el cesto con 90 gr. de arroz y cocer 10 min/100ºC/vel 4.
2. Añadir 50 gr. de azúcar al cesto, envolver con la ayuda de la espátula y cocer otros 10 min/100ºC/vel 4. Retirar el cesto con la ayuda de la espátula y reservar.
3. En el vaso limpio colocar el arroz reservado, 45 gr. de zumo de naranja y 3 huevos y batir 30 seg/vel 5.
4. Añadir 60 gr. de fécula de patata, 80 gr. de harina y 1 cucharadita de levadura en polvo y batir 10 seg/vel 5.
5. Con la ayuda de 2 cucharas soperas freír en abundante aceite bien caliente hasta que estén bien dorados. Retirar y colocar sobre papel absorbente para retirar el exceso de aceite y a continuación pasar por azúcar y canela. Están deliciosos recién hechos.