Y la Vane dijo: «cocinaré para ti», pero no había nadie, ella seguía sola frente al espejo y batió y batió y batió y se pintó y se pintó y miró… pero, no había nadie labio afuera. Decidió que era tiempo de dejarlo todo abandonado y se centró en sí misma. De repente lo dulce se sentó en sus rodillas y lo encontró amargo, como la belleza de Rimbaud. Y siguió sola, pero grande.
Llegó Verónica sin tijeras, pero ante el espejo dijimos su nombre y se nos apareció la muerte (de placer). Gracias Vero por tu inmensa receta, que nos recordó a cuando íbamos de pequeños de vacaciones al pueblo.
Dulce de queso
1. En un cazo ponemos a hervir la leche entera a la que le añadiremos el queso cremoso, el vodka y 60 gr. de azúcar. Removemos con unas varillas para mezclar bien todos los ingredientes y esperamos a fuego medio a que hierva. Mientras, mezclamos en el vaso con la batidora la nata, la cuajada en polvo y los restantes 60 gr. de azúcar. Piensa cuántas cosas pasan por la cabeza mientras bates…
2. Cuando la leche empiece a hervir le incorporamos la mezcla de cuajada y, siempre a fuego medio y sin dejar de remover con las varillas, esperamos a que rompa a hervir de nuevo. Cuando eso suceda apagamos el fuego porque la preparación ya habrá cogido cuerpo. Sigue pensando…
3. Repartimos la mezcla en los cuencos en los que posteriormente la vayamos a servir y la metemos en el frigorífico a enfriar unas dos o tres horas. Aprovechamos ese tiempo para preparar la cobertura que le pondremos: compota de fresas y compota de cerezas en nuestro caso. Conclusión de lo que has pensado: en décimas de segundo lo creaste y en centésimas se olvidó todo. Te trabajaste el olvido y el recuerdo, es bonito cocinar para eso.
Compota de fresas y cerezas
En ambos casos la elaboración es la misma. Limpiamos la fruta (fresas o cerezas) y las cortamos en trozos. Las incorporamos a un cazo y añadimos el azúcar y las gotas de limón (el equivalente a 1/4 de limón aproximadamente). Dejar a fuego muy bajo hasta que la fruta se vaya deshaciendo (soltarán agua) y caramelice el azúcar. Cuando ya estén rendidas, apagar del fuego y dejar enfriar. Se puede triturar con la batidora o dejar con trozos más grandes de fruta. Te tiene que quedar un color como el de la barra de labios Authentic Red 500 de Astor con glossy.
Consejos
· Debéis añadir la cantidad indicada de cuajada en polvo para que la mezcla tome cuerpo al refrigerarla. Si no lo hace y se queda sin una textura tipo flan, puede deberse a dos cosas: o faltan polvos o falta cocción (llevarla a punto de ebullición y apartar). Exactamente como cuando tonteas con alguien, lo llevas al punto de ebullición y lo apartas. Que no te falten polvos nunca, cocción nos falta a todos.
· Puedes desmoldar el dulce de queso y después añadir la compota o dejarlo en el recipiente que llevaste a enfriar.
· Deja alguna fruta entera para la decoración final del postre.