La masa sube, la masa es sabia, antigua, la masa cambia. Para todo eso necesita levadura. ¡Vivan los homónimos! Si somos masa, cambiemos la situación, busquemos levaduras, reventemos el horno, confiemos en nuestra propia harina, démosle sal y vayamos hacia arriba siempre, no hagamos caso de los que dicen que no subiremos, que nos quedaremos en una plasta. Somos viejos y somos muchos, ¡arriba la masa unida que siempre hará plato!
Método tradicional
1. Disponer la harina en un bol grande junto con la levadura y la sal, mezclar y añadir a continuación el agua y el aceite de oliva.
2. Trabajar la mezcla con las manos hasta obtener una masa elástica y un tanto pegajosa.
3. Dejar reposar la masa en el bol, tapar con film transparente o un paño húmedo de cocina y esperar a que la masa doble su volumen a temperatura ambiente (este proceso puede llevar entre una y tres horas). También se puede hacer una fermentación lenta en el frigorífico, dejando la masa en frío durante unas 12 horas.
4. Volcar sobre una superficie enharinada y amasar durante 3 o 4 minutos para eliminar el exceso de aire en la masa. Dividir la masa en tres porciones y dar forma de bola (de unos 280 gramos cada una). Disponer cada bola en un cuenco, cubrir de nuevo con film o el paño húmedo y esperar a que vuelvan a doblar su volumen.
5. Estirar las bolas con las yemas de las manos sobre la superficie enharinada para ir formando un disco. Este proceso se puede hacer poco a poco: estirar un poco la masa, esperar 4 o 5 minutos y volver a estirar. Repetir hasta obtener el tamaño de disco deseado.
6. Cubrir la masa con los ingredientes deseados y hornear.
Con Thermomix
1. Verter en el vaso el agua y el aceite. Templar 30 seg/37º/vel 1.
2. Si usamos levadura fresca, incorporar al vaso y mezclar 5 seg/vel 4.
3. A continuación incorporar la harina, la levadura (si es seca, granulada) y la sal. Mezclar programando 20 seg/vel 4.
4. Amasar 10 minutos/vaso cerrado/vel. espiga.
5. Pasar la masa a un bol untado con un poco de aceite y continuar desde el punto 3 del método tradicional.
· Se puede añadir un poco de azúcar a la masa (unos 10 gr.), sustituir 100 gr. de agua por 100 gr. de leche o la levadura seca por levadura fresca. Prueba hasta conseguir el sabor y textura que más te guste.
· ¿Se puede congelar la masa de pizza? No es la mejor opción, pero aquí te damos una idea si te empeñas en hacerlo: estira la masa utilizando un molde o bandeja para pizza untada con un poco de aceite. Una vez cubierto el fondo del molde con la masa, hornear en el horno a temperatura alta durante unos 10 minutos (si queremos podemos pintarla son salsa de tomate). Sacar, comprobar que el fondo esté dorado y congelar.
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