Hete aquí una partícula subatómica culinaria con masa positiva que recorrerá los 27 kilómetros de placer del colisionador de hadrones de la boca. Podrás comprobar perfectamente las cinco mil dimensiones del mundo y estarás de repente en Italia a la vez que en tu casa, a la vez con tu amiga y a la vez con ese italiano que te enseñó algo más que la receta. Ponlos en la frontera francosuiza de los labios y acelera.
Aquí os presentamos otro plato italiano típico de la región de la Apulia (en el sureste de Italia, la zona del tacón) que tuvimos ocasión de probar cuando estuvimos allí. Aunque originalmente se servían el 7 de diciembre, víspera de la fiesta de la Inmaculada Concepción, hoy se preparan para muchas ocasiones y son habituales como aperitivos en restaurantes y trattorias que sirven comida tradicional de la Apulia. Es un plato muy fácil de preparar aunque, como sucede con todos los platos que son fáciles, es difícil llegar a la perfección. Son muy parecidos a nuestros buñuelos, solo que en esta versión se pueden rellenar de multitud de ingredientes: coliflor, bacalao, nabo, anchoas… en los consejos os comentamos cómo hacer algunas de ellas. En la receta optamos por una variedad del “Pittule alla pizzaiola” en el que a la masa se le incorpora puerro o cebolla, tomate cherry, aceitunas negras y alcaparras. En su forma tradicional, las bolitas de masa se hacen con las manos: se coge un poco de la masa con la mano izquierda, la cerramos en forma de puño y, con la mano derecha, que deberemos ir enjuagando cada vez, recogemos la bolita que sale de la mano izquierda entre el pulgar y el dedo índice para añadirla al aceite caliente. Todo un arte. Buscadlo en youtube y alucinad con la habilidad de las mammas italianas.
1. En un tazón o cuenco grande mezclar todos los ingredientes: primero la levadura disuelta en el agua con gas, la harina, y por último la sal y la pimienta.
2. Trabajar la mezcla hasta conseguir una masa homogénea, muy suave y elástica (debe despegarse de la base del cuenco). Debe quedar ligera, pero no líquida.
3. Dejar levar durante dos o tres horas en un lugar templado. Si no se piensa añadir ningún relleno pasar directamente al punto 5.
4. Preparar el relleno: cortar todos sus ingredientes en trozos muy pequeños y añadir a la masa en crudo cuando ésta haya reposado al menos una hora. Esperar al menos otra hora hasta que la masa termine de levar.
5. Calentar una sartén profunda con abundante aceite de oliva. Cuando empiece a humear ir añadiendo porciones de la masa del tamaño de una nuez con la ayuda de dos cucharillas. Retirar cuando los buñuelos suban a la superficie (empiecen a flotar en el aceite) y tengan un bonito color dorado.
6. Servir muy calientes.
La domesticación del garbanzo como cultivo para consumo humano se remonta a 7500 años atrás