Los ludópatas nos abrimos cada día como un bonus y tenemos nostalgia de insertcoin, somos cuerpos calientes en la apuesta y sobre el tapete muy verde nos crecen la línea y el engaño. Nuestra comida es rápida como el ojo sobre el naipe, nuestro dolor corto como el dos de trébol. Pero todo al negro enseña que nuestra elección es para siempre.
La pizza Margarita o Margherita es uno de los símbolos de la cocina italiana en el mundo. La tradición dice que la inventó en 1889 el napolitano Raffaele Esposito en honor de la reina Margarita de Saboya, y que de ahí tomó su nombre. La combinación de colores tampoco es casual, ya que el rojo del tomate, el blanco de la mozzarella y el verde de la albahaca configuran una especie de bandera italiana gastronómica. La combinación de pizza con salsa de tomate había nacido en Nápoles un siglo antes, en 1730, cuando por primera vez los pasteles tradicionales de pan que se preparaban en la ciudad se acompañaron de salsa de tomate procedente de ciertas ciudades de España. Esa afortunada combinación (base de pizza + salsa de tomate), a diferencia de la pizza blanca, hizo que, con el tiempo, ese plato se convirtiera primero en símbolo de la propia ciudad de Nápoles y después, de toda Italia.
1. Precalentar el horno a 250º (máxima potencia) al menos 25 minutos antes de introducir la pizza. Retirar la bandeja y la rejilla del horno.
2. Pasar la salsa de tomate a un bol y añadir sal al gusto y un chorrito de aceite de oliva virgen extra. Extender con una cuchara sobre la base de pizza.
3. Cortar la mozzarella en láminas, escurrir -para que no humedezca demasiado la masa- y disponer sobre la base de la pizza.
4. Decorar con las hojas de albahaca y rociar un poco de semolina o harina sobre papel de hornear y colocar la pizza.
5. Deslizar el papel de hornear directamente sobre la base del horno y dejar cocinar durante 3 o 4 minutos o hasta que se empiece a dorar.
6. Encender el grill, pasar la pizza a la bandeja y poner debajo del grill, en la parte más alta del horno, otros 2 o 3 minutos hasta que se termine de hacer, aunque vigilando que no se nos seque en exceso.
7. Una vez lista, decorar con albahaca y un chorrito de aceite de oliva. Servir inmediatamente.
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