Esta quiche podría estar, por su idealismo paisajístico, en el Louvre. El tratamiento lumínico del huevo y la composición arquitectónica del bacon nos lleva a esa íntima armonía del universo en la boca; la sola pasta brisa arría las velas gustativas y sale el puro barroco de vivir. Si hiciésemos un agujero en su interior, el horizonte con mar del reino de Saba se nos muestra infinito. Después de un bocado deglutido cuesta volver a tu ciudad pequeña de provincias, a tu terca cocina, a tu mantel con agujero, a tu roña. Asómate al universo kitsch de Lorraine.
Lo curioso de la quiche es que aunque la aprendimos a hacer en Francia fue una española quien nos la enseñó hace 28 años. Al principio era muy difícil hacerla en España porque no vendían las masas enrolladas, ni la nata (que es ahora tan frecuente en los supermercados), ni siquiera existía el molde ondulado típico de las quiches. Así que ni corta, ni perezosa casa vez que volvía de Rennes (estaba allí de lectora) venía cargada de la masa, la nata y la primera vez también del molde blanco que aún conservamos en casa. Feliz regreso al trabajo después de las vacaciones.
1. Batir 3 huevos en un recipiente, añadir 200 ml de nata y 200 g de queso emmental y mezclar bien. Salpimentar (con cuidado que el bacon puede salar bastante) y reservar.
2. Saltear 100 g de bacon en una sartén unos pocos minutos. Retirar la grasa que haya soltado y reservar.
3. Precalentar el horno a 180ºC. Forrar un molde rizado de unos 27 cm. de diámetro con la lámina de masa quebrada retirando los restos sobrantes en los bordes. Cubrir con papel de cocina y añadir peso encima (pueden ser legumbres como garbanzos a alubias o una cadena de peso para tartas) para hornear la masa en blanco (sin el relleno). Hornear unos 15 minutos.
4. Sacar la masa del horno, retirar el peso y el papel vegetal y rellenar con la mezcla de huevo, nata y queso. Añadir a continuación los trocitos escurridos de bacon procurando que quede repartido por la masa. Si es necesario hundirlos en la masa para que no queden demasiado en la superficie.
5. Meter de nuevo la quiche al horno a 180ªC hasta que esté cocida, unos 30 minutos aproximadamente. El tiempo dependerá de la altura que tenga (en función del tamaño del molde). Servir caliente.
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